domingo, 17 de agosto de 2014

BEATRIZ BERNAL, PRIMERA NOVELISTA ESPAÑOLA


¡Hola amig@s! Si os preguntaran: ¿Quién fue la primera escritora española que publicó una novela de ficción? Es probable que no recordéis ningún nombre femenino, tampoco os dirá mucho si os digo que esta fue, BEATRIZ BERNAL, una vallisoletana nacida en el siglo XVI que tuvo el atrevimiento no solo de publicar una primera obra de ficción, sino que ésta fue del llamado género caballeresco.

Su título abreviado: Don Cristalián de España. El título completo "Historia de los invictos y magnánimos caballeros don Cristalián de España, Príncipe de Trapisonda, y del infante Luzescanio su hermano, hijos del famosísimo Emperador Lindedel de Trapisonda. Trata de los grandes y muy hazañosos hechos en armas, que andando por el mundo buscando aventuras hicieron". La obra compuesta en castellano, es corregida y enmendada de los originales, por una señora natural de Valladolid. Fue impresa en Valladolid, el 9 de enero de 1545.

Lo que se sabe sobre doña Beatriz Bernal, es mas bien poco. Nació y residió en Valladolid en la primera mitad del siglo XVI, se supone que fue hija o parienta de Fernando Bernal, autor de la obra "Floriseo". Se sabe que estuvo casada con el bachiller Torres de Gatos y que tuvieron una hija, doña Juana de Gatos Bernal.

La obra de doña Beatriz tuvo un gran éxito y fue traducida al italiano. En 1584, su hija doña Juana Bernal de Gatos, había quedado viuda y su situación económica era de extrema pobreza, por lo que solicitó al rey el privilegio de impresión por un tiempo de veinte años. Dirigida a la Católica Majestad el Rey Don Felipe II, fue impresa en Alcalá de Henares, en 1587, en Casa de Juan Iñiguez, a costa de Diego Xaramillo, mercader de libros. Compuesta en castellano, es corregida y enmendada de los antiguos originales, por doña Beatriz Bernal, natural de la muy noble villa de Valladolid.

No debe sorprendernos que Don Cristalián de España, no figure en el escrutinio de la biblioteca de Don Quijote, de Miguel de Cervantes, ya que él lo que trata es de desacreditarlos, ponderando el lenguaje pedantesco y anticuado de dichos libros de caballerías. Doña Beatriz Bernal, comienza el origen de su obra, parodiando la prosopopeya y los embustes que solían escribirse en las obras caballerescas. No sólo eso, sino que se aleja de los estereotipos de héroes masculinos, poderosos y viriles: frente a la fragilidad y pasividad de los personajes femeninos. La novelista reinventa otra fórmula escritora ante el convencional patrón narrativo.

En el proemio a Felipe II, se inicia la obra diciendo:
"Yendo un viernes de la Cruz con otras dueñas a andar las estaciones (ya que la aurora traía el mensaje del venidero día) llegamos a una iglesia adonde estaba un muy antiguo sepulcro, en el cual vimos estar un difunto embalsamado; y yo siendo mas curiosa que las que conmigo iban, de ver y saber aquella antigüedad, lleguéme mas cerca y mirando todo lo que en el sepulcro había vi que a los pies del sepultado estaba un libro de crecido volumen, el cual (aunque fuese sacrilegio) para mi apliqué; y acuciosa de saber sus secretos, dejada la compañía me vine a a mi casa, y abriéndole hallé que estaba escrito en nuestro común lenguaje, de letra tan antigua que ni parecía española, ni arábiga ni griega. Pero todavía creciendo mi deseo y abrazándome con un poco de trabajo, vie en él muy diversas cosas escritas, de las cuales, como pude, traduje y saqué esta historia"

La novela de Don Cristalián, comienza refiriendo el origen y proezas de su padre el príncipe Lindedel, que fue hijo de Bracamor, Rey de España, y de Pinalba. Siendo muy niño Lindedel es robado por Membrina, señora de la isla de las Maravillas, quien llegado aquel a edad conveniente, lo arma caballero en unión de Briamantel. El novel caballero halla muy pronto aventuras donde demostrar su valentía. Las hazañas de don Cristalián le llevan hasta Constantinopla, donde el Emperador, llamado Escanio, les agasaja, conocen a dos doncellas, una de muy bello rostro, Flenisa y otra modelo de fealdad Barrina, la cual se enamora de Lindedec, ante sus pretensiones prefiere luchar contra Argadón. Luchan también contra filisteos, a uno de ellos, no pudiéndole cortar la cabeza, le cortan una pierna. Después de una serie de aventuras contra monstruos, venciendo a jayanes. Lucescanio se embarca en un raro navío y corre a salvar a una bella joven. Las aventuras de don Cristalián acaban en boda, casándose con la princesa Penamundi. La novela consta de al menos XXXVI capítulos.

Es curioso que de la primera edición no haya ejemplares en España y sí en las Bibliotecas del Museo Británico de Londres y las Nacionales de París y Lisboa, así como en la Biblioteca Estatal de Baviera, en Múnich. De la segunda edición, los hay en las Bibliotecas Nacional de Madrid, de París y en la Central de Barcelona.

Una novela caballeresca que no es ni mejor ni peor que las del género, salvo un detalle, es la única escrita por una mujer, doña Beatriz Bernal. Como podéis suponer no existe ningún retrato de la autora, habida cuenta de que todas las portadas de libros de caballería eran similares he elegido una de "Amadis de Gaula"

(M.R.Jaén/17.8.2014)
Notas:Tomo I de Apuntes para una Biblioteca de Escritoras Españolas..,
Autor: Manuel Serrano y Sanz

4 comentarios:

  1. Muy curioso esto de Beatriz Bernal e interesante la historia de la novela de caballería. Quién mejor podría escribirla que una mujer.

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  2. Si, es muy curiosa la historia, la guapa Flenisa tiene más oportunidad que la fea Barrina, de la que sale huyendo Lindedel, con ese nombre debía ser un guaperas que prefiere enfrentarse a los filisteos. ¡Pobre Barrina!, las guapas son siempre las salvadas. Cómo me hubiese gustado gustado encontrar alguna foto de Beatriz Bernal.
    Un abrazo, Pedro.

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  3. Aunque pone que responde Myriam L. Rubio, mi hija, soy yo la que escribe, Rosa, no sé cómo cambiar lo del nombre. Me parece un libro muy interesante, como tú, amiga. Un abrazo.

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  4. Aunque pone que responde Myriam L. Rubio, mi hija, soy yo la que escribe, Rosa, no sé cómo cambiar lo del nombre. Me parece un libro muy interesante, como tú, amiga. Un abrazo.

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